El prototipo de vivienda ideal no siempre tiene que ser un edificio de diseño, con cubiertas planas y formas cúbicas con enormes frentes de cristal. Muchas personas se sienten atraídas por las casas rústicas, más cálidas y acogedoras, que rezuman un cierto encanto y una habitabilidad mucho más confortable. En este artículo de hoy, en homify hemos recopilado 8 ejemplos de este tipo de casas que invitan a soñar, con materiales naturales, amplios jardines y muchísimo muchísimo encanto.
Una pequeña casa puede convertirse en algo muy grande, como sucede en este pequeño bungalow donde la piedra natural sobresale en aperturas generosas en la fachada y una zona al aire libre manifiesta la expansión de la vivienda.
Las casas rústicas también pueden destacar por un toque exótico. Al igual que esta villa tropical que se adapta a su exuberante entorno verde en armonía y con muchos elementos de madera que invitan a la relajación y el descanso.
Un tipo muy diferente de casa rústica es el que vemos aquí. Se trata de las casas de paja del norte de Alemania que tienen un encanto especial e irradian tranquilidad, relajación y confort con un estilo cómodo y práctico para sentirse bien.
Con planta en forma de L y techo a dos aguas, este ejemplo es el epítome de la casa rústica, acogedora y sin prisas. Si te gusta el campo, la calma y la tradición rural, aquí la tienes, en pleno siglo XXI y con el ladrillo a la vista.
Las casas rústicas mediterráneos son especialmente populares. No es de extrañar, sus gruesos muros de piedra mantienen la temperatura interior fresca en verano y cálida en invierno. Además, el aspecto de casa de campo toscana o masía catalana, se integra perfectamente en el paisaje mediterráneo de pinos y olivares. A esto añade una piscina y tendrás la casa de tus sueños.
Aquí vemos también una versión mediterránea de la arquitectura rústica. En este caso, los arquitectos han combinado la piedra natural con líneas limpias y yeso blanco, más característico de un país como Grecia. ¡Una combinación exitosa!
Magia y misterio es lo que desprende esta casa rústica construida en una parcela con jardín y junto a un bosque, quién sabe si encantado. Destaca la forma de sus ventanas, buhardillas y tejados puntiagudos en blanco.
Las casas de troncos y grandes vigas de madera son, probablemente, las casas rústicas arquetípicas que tenemos en la retina. Pero también, un canto a la vida en contacto con la naturaleza de forma ecológica y sostenible.