Una casa ¡con mucho encanto!

Cuando esta vivienda sufrió el incendio, básicamente fue el techo el que se vio afectado, los muros no se deterioraron tanto. Sin embargo, la restauración incluyó a la estructura completa. Ahora, tanto exterior como interior ¡brillan! La piedra de los muros se descubrió, dejando lucir su encanto natural, la madera del interior se sustituyó y ahora se abren abanicos de color y texturas ¡increíbles! El carácter tradicionalmente regional se presenta en todo su esplendor… ¿seguimos?

Al cruzar la puerta principal nos encontramos con una estancia ¡que enamora! La piedra original se ha dejado expuesta en la sección del vestíbulo que, mezclada con la madera de la puerta, la credenza y el techo, nos remite a una época antigua, a los vastos siglos que han dado vida a esta región. Al entrar más, sin embargo, regresamos a la modernidad de nuestros días, pues los muros han sido recubiertos y las ventanas se han enmarcado con madera pulida.

El techo restaurado muestra las vigas, trabes y madera que cubre, protege y embellece ¡naturalmente!

La cocina es el espacio perfecto para fusionar el ayer con el ahora. Como en la mayoría de las culturas, es en la cocina en donde se encuentra el corazón del hogar, es el punto de reunión familiar, y por ello decidió dejarse parte de la cocina original de la casa al fondo de la estancia, e integrar elementos funcionales para la vida cotidiana de nuestros días: la isla del centro, en color negro, y los electrodomésticos en acero inoxidable, crean una atmósfera de agradable modernidad mientras que los detalles rústicos del techo, las columnas y vigas y el piso de cemento pulido aparente, le da el toque de adorable cobijo, de puro calor de hogar.

La escalera tuvo que restaurarse en su totalidad, y ¿qué mejor oportunidad para actualizar los detalles? Aprovechando, se instaló una escalera de madera clara, pulida, colindando con un muro de cristal que permite la entrada de luz natural, ¡perfecta y totalmente contemporánea! Sin embargo, tanta modernidad no discute con el estilo del baserri, al contrario: lo actualiza, lo incrementa, ¡lo hace seguir más vivo que nunca!

Al final de la escalera nos encontramos con el ático pero, a diferencia de los áticos tradicionales, éste es luminoso, fresco, ¡vivo! Un delicioso espacio que cobra vida debido a la cubierta de vidrio enmarcado en madera y, sobre esta moderna estructura, descansan troncos haciendo las veces de trabes estructurales sobre los muros de piedra. Una estancia rústica pero contemporánea, funcional, iluminada y acogedora.

En el dormitorio, las puertas y ventanas se han restaurado y ahora lucen hermosas, de madera lisa, pulida y brillante, haciendo juego con la duela de madera clara en el piso y la estructura del cielo. Los elementos rústicos como el muro de piedra y las trabes de tronco se han mantenido, generando un ambiente amigable, delicioso y cálido para descansar.

Al final del viaje nos encontramos con la puerta en una fachada lateral de la casa, que muestra el típico arco de bienvenida en las baserri. La discreta fachada, rústica en su totalidad, permite la vista al hermoso horizonte que rodea la casa, envolviéndonos en una fresca brisa natural, revitalizadora. Esta casa es un encantador ejemplo de que la arquitectura tradicional de una región, combinada con lo más nuevo de las tecnologías y materiales, puede crear obras de arte que nos envuelven en preciados recuerdos, fusionando el pasado con el presente.

Si quieres seguir conociendo casas de piedra, visita Una casa de piedra ¡luminosa y fantástica!