Una casita rural en un lugar cualquiera que toca directamente la tierra es algo único y particular. Tal vez no tenga paisajismo circundante, pero tendrá la naturaleza genuina y rebelde. Por eso, en estas casas el tiempo se detiene porque tienen la magia de hacernos vivir la quietud intensamente.
Deseamos, que te transportes a esta casa dentro de lo imaginario para descubrir las intenciones que su Arquitecto tenia en las manos; se llama Xavi Requena y eso ocurrió en un pedacito de España, que puede ser el tuyo en cualquier lugar de la tierra.
Revisaremos cada detalle y viviremos esta visita intensamente.
Desde aquí y sin entrar vemos una casita en medio de un montaral. Con el fin de cobijar las sombras y hacerla más fresca, se le anexo una pérgola de concreto revestida con tejas. Pero las intenciones progresaron y no había lugar para la hamaca o el chinchorro, por eso se pensó en guindarlo desde el “pie de amigo” de cada lado.
Se trata de una casita pequeña de diseño rectangular. Si lo imaginas, así mismo, sin más nada podrías comprar una parecida, para luego mimarla.
Desde este angulo vemos la fachada lateral con igual pergolado adosado a la pared, similar a la fachada frontal. De esa manera la casa se contacta con el exterior a través de dos orientaciones. Esto permite jugar con los rayos solares para evadir su calor a través del acondicionamiento de ambas pérgolas. La ausencia de un jardín organizado impacta la imagen, y nos demuestra categóricamente la importancia de ese factor.
Excelente la elección del color del cielo y del mar para colorear en el lienzo de la casa sus ventanas y puertas. Para fijarlo en la tierra se construyó el mobiliario con cemento y ello emite una percepción de arraigo; algo así como un aquí me quiero quedar
.
Otro elemento particularmente bello es el pozo para recoger agua, que tradicionalmente se levantaban en el entorno de las casas o en el patio de la vivienda. Este pozo tiene su brocal y polea para subir el recipiente. No sabemos si su agua se usa para tomar, pero al menos servirá para regar.
Esta imagen se tomó inesperadamente y capturó por sorpresa el desorden, pero se puede ver el estilo. Sorprende además que el mismo no es el rural
puro. Tiene algo de moderno con minimalista, un poquito rustico y algo vintage.
La chimenea de obra sin revestimiento decorativo excepto la pintura blanca cementosa y su respiradero de aluminio que seguramente fue el que sustituyó al original. Por los cuatro lados el espacio visualiza el exterior con mas o menos, mayor o menor visor.
Para ampliar el confort de la casa en el exterior, se adoso al piso un deck de madera que nos permite pisadas estables con textura natural. Ya aquí, te pregunto, ¿nos sentamos un ratico?. ¿Vez el horizonte, el pozo y la columna de la pérgola sostenida con el tronco?. Tambien la delimitación del terreno con el muro de piedra que entendió que no debía tapar la zona donde el cielo se une con la tierra.
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