En el libro de ideas de hoy vamos a enseñarte a despejar las superficies de trabajo que tienes en tu cocina, y es que si tienes obstaculizadas estas áreas estás atentando con la función por excelencia de la habitación, que es preparación y deguste de alimentos. Si no nos crees basta que te imagines este ambiente para estar de acuerdo con nosotros, que ahí se hace de todo.
En concreto, el error más grave aquí radica en decir que no, y precisamente por ello creamos los puntos de abajo, pues en cada uno de ellos te pusimos elementos a los que debes negarle el acceso a la cocina, sino tus áreas lejos de ser útiles estarán saturadas.
Así que empecemos por deshacernos, o guardar en otro lado, esas cosas que nos están impidiendo sacarle el mayor partido posible al lugar encargado de brindarlos delicias culinarias.
Nota: las fotos que aquí utilizamos nos muestran ejemplos positivos, lo contrario a lo que NO deberías tener. Por eso, hemos elegido estas fotos con ejemplos de nuestros expertos para que los lleves a cabo ¡y te inspires mucho mejor!
Tener más de un recipiente, para la fruta de la semana, ocupando espacio en las barras o mesas de la cocina no es buena idea. Puedes ubicarlos en otros lugares, como esos pequeños muebles con cajones de metal especiales para tal fin; ahora bien, si no tienes espacio para anexar elementos, apela por fruteros diminutos. Mira este ejemplo, los fruteros se miran preciosos, sin exceso, en una cocina blanca y minimalista.
Si bien se ven espectaculares como en esta impecable cocina, es preferible optar por otro tipo de adornos en un espacio donde se desarrollarán la mayoría de los preparativos para las comidas; algunos mucho menos delicados.
Los libros de cocina que ya no usas pueden ubicarse en la biblioteca y dejar espacio libre para la vajilla o los electrodomésticos que usas con más frecuencia. No hablamos de esos libros que se consultan constantemente, a ellos destinarles un cajón, pero a lo que no, invitados a pasar a otro lugar de tu casa.
Los electrodomésticos que no ocupas a diario es mejor tenerlos guardados, entre otras cosas porque no se salpicarán ni se ensuciarán de grasa mientras cocinas, y cuando los quieres usar estarán dispuestos.
De tazas para café y té, de cubiertos peculiares, de cafés y especias peculiares; en fin, todo es posible de coleccionarse, el roble está en que al ser elementos para conservar, su uso es nulo pero pese a ello ocupan un espacio, que si nos ponemos estrictos podrían ocupar de mejor manera otros artículos. Por ejemplo, admira esta cocina ¿a poco no está hermosa e impecable? Sin objetos de más, sino lo necesario. ¿A poco no te inspira?
A veces tenemos tantos frascos de especies, conservas y demás de los cuales olvidamos. De vez en cuando, fijarnos si están aún vigentes es buena opción, no hacerlo se traduce en error garrafal, ya que aunque estos artículos duran mucho su vigencia no es eterna, así que a limpiar constantemente y a tirar. Que todo se vea organizado, así como en la foto.
Por más decorativa que sea, la cocina no es lugar para el juego de té de plata que heredamos de la abuela, recuerda que aquello que no se ocupa es mera decoración y para dicho fin están otras habitaciones como pasillo o sala.
Si bien es cierto que las plantas le dan alegría a cualquier ambiente, es preferible no llenar las barras de la cocina y demás superficies de trabajo con ellas, o te encontrarás un día con que no tienes espacio ni para cortar una papa.
El uso frecuente es el mayor truco para saber si los artículos debes estar en la cocina o no, al menos no a primera vista, mejor guardados en espera de ser convocados.
La barra desayunadora o el comedor, cuando está mezclado con la cocina, son áreas donde mientras se come algo se lee el periódico o un revista, y eso no es ningún error, el problema surge cuando las revistas toman esos sitios como su almacén.
Tener demasiadas canastas, jarras o recipientes desperdigados por todo el lugar, favorecerá la proliferación a tal grado que no sabremos cuál de ellos ocupar. Mejor sólo uno que siempre esté en uso y que en lugar de ser estorbo sea un apoyo para el orden.
Si bien no podemos considerar el piso como superficie de trabajo, merece un párrafo aparte la incorporación de alfombras en la cocina. No solamente se llenarán de olor a comida, sino que además resultan peligrosas en lugares de tránsito, ya que podríamos resbalarnos con ellas; mejor éstas para otras habitaciones.
Las maderas con cuchillos y los recipientes llenos de cucharas y demás utensilios de cocina ocupan espacio. Si contrario a ello acomodas estos elementos en cajoneras que se mantienen ocultas, de inmediato le dirás adiós a una apariencia saturada de cosas.