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La arquitectura actual bebe de muchas influencias y tendencias. De la funcionalidad que se inauguró con la Bauhaus a los diseños impresionantes de la arquitectura del espectáculo. Modernidad que a veces se pasa de sencilla y otras de extravagante. Hoy visitamos una vivienda moderna, pero con mucho estilo. En su búsqueda de la sencillez y la luz se ha conseguido un resultado equilibrado, de líneas extremadamente sencillas pero que juegan con el espacio creando huecos y rincones muy especiales. ¡Vamos a verlo!
La vivienda ha sido diseñada por un estudio de arquitectura alemán y moderniza los conceptos de una de las escuelas de arquitectura más importantes del país: la Bauhaus. Con elementos que nos recuerdan a Mies van der Rohe, como esa terraza que parece flotar apoyada en el poste de metal, el juego de las verticales y las horizontales o el sabio uso de los cerramientos de vidrio.
De noche, la conexión entre interior y exterior se hace mucho más patente con el juego de luces y paredes vidriadas. Los volúmenes que flotan se hacen más sutiles al observar al anochecer la bonita terraza, pavimentada con madera, un toque cálido a una vivienda cuyo diseño tiende más hacia la frialdad del minimalismo.
Nos introducimos en la vivienda para conocer el salón. Se trata de un espacio diáfano que enmarca diferentes ambientes. Esto se consigue gracias a la geometría de la planta, que permite contar con un área muy amplia, sin tabiques ni interrupciones, que, sin embargo, marca perfectamente donde se encuentra el comedor y donde la zona más propia de salón.
Al final de esa gran sala nos encontramos con la cocina. Se trata de un diseño muy moderno y minimalista, donde la línea recta y el color blanco se convierten en los protagonistas indiscutibles de esta cocina. La separación se consigue con una barra, así como con un cambio de pavimento entre lo que aún podemos llamar salón y la zona propiamente de trabajo.
Las escaleras salen directamente del salón y nos llevan hasta la segunda planta. Lo más llamativo aquí es el juego de luces que nos encontramos. Un tragaluz abierto en el techo sirve para iluminar la escalera y el pasillo distribuidor. Pero no solo eso. La luz que entra por ella llega hasta la planta baja, gracias a un espacio acristalado en el suelo.
En el cuarto de baño observamos que la línea minimalista y moderna con la que se ha diseñado la zona de día está también presente en las habitaciones más íntimas. Espacios amplios y con pocos muebles, unidos pero bien diferenciados y donde el blanco consigue un ambiente luminoso sin igual.
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