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Hablar del interiorismo del Estudi Agustí Costa es hablar de comunicación y conmoción. Arquitecto técnico e interiorista, docente, escritor, conferenciante y diseñador industrial, el estudio que él dirige se identifica con un método de trabajo riguroso y racional y con resultados atemporales y prácticos.
Sus proyectos se gestan desde dos aspectos fundamentales: clientes y lugar. Por una parte, el proyecto de interiorismo ha de concebirse en su emplazamiento y rehuir de diseños que, bajo el concepto de modernidad, se acogen a una estética repititiva. No hay que borrar la memoria de los espacios, sino que hay que reinventarlos estudiando el pasado, el presente y el futuro. Agustí Costa habla de belleza coherente como resultado de la correcta relación entre usuario y diseño, donde éste se desarrolla desde la función, la utilidad y las percepciones del cliente, tratando de potenciarlas.
El confort físico y psíquico, la funcionalidad, la adaptabilidad y la identificación con el usuario caracterizan las obras de este estudio catalán.
Un espacio para el trabajo y el relax y una gran colección de libros son los protagonistas de la rehabilitación de este viejo desván con vistas al Prepirineo. El proyecto parte de la memoria del lugar y de los materiales empleados, los cuales el constructor previó que en el futuro serían revestidos. El diseño se concibe desde la sinceridad con el pasado y el espacio, dejando desnudos sus muros y mostrando sus diferentes texturas. La estantería, construida a medida, acompaña a la geometría del lugar. El carácter rústico combina con el mobiliario empleado: auténticos iconos del diseño moderno como la silla Wooden o la silla DSR.
La silla Eames Lounge ocupa un lugar privilegiado en este desván. Sus líneas curvas contrastan con la simplicidad y rectitud de los demás elementos que visten el espacio. La estantería se apoya sobre un panel horizontal que, siguiendo la dirección del muro, se dobla y, en un simple gesto, se convierte en una escalera volada. La chimenea se resuelve del mismo material. La unificación, el contraste y la forma de los materiales ayudan a leer mejor el espacio.
El interior de este dúplex, situado en la población de Berga, se diseñó a la vez que la construcción del inmueble. Su distribución se adaptó a la situación de las instalaciones de evacuación, previamente construidas. Líneas simples y espacios prácticos, funcionales y adaptables se recogen en este lugar. Las dos plantas se comunican mediante una escalera volada construida en madera y apoyada sobre un muro que zonifica el espacio.
En la planta superior se localiza el despacho. La cubierta, parcialmente inclinada, se encuentra con el muro liberando un hueco por donde se ilumina la estancia. Una vez más, el mobiliario escogido se adapta al espacio sin entorpecerlo y potencia su carácter más práctico y funcional.
